Cuando llega el buen tiempo es el momento de empezar a pensar en qué vamos a plantar este año y en cuánta yerba necesitamos para llegar hasta la siguiente cosecha. Podemos elegir diferentes formas de alcanzar una buena producción. Una de ellas es empezar la temporada de cultivo de exterior pronto, para que las genéticas elegidas tengan mucho tiempo de crecimiento y cosechemos ejemplares lo más grandes posible, garantizando una buena cantidad de cogollos.
Pero hay otro método que consiste en planificar bien la temporada y obtener hasta cuatro cosechas, recogiendo cada pocos meses, disminuyendo de esta manera las horas que dedicamos a la recolección en cada una de ellas y obteniendo marihuana 'fresca' varias veces al año.
Cuando empezar a plantar
Hace años, cuando la cultura del cánnabis no estaba tan extendida como hoy en día, la culturilla popular decía que había que empezar en febrero para maximizar el rendimiento. Era una época en la que no existían las semillas autoflorecientes de marihuana ni las de floración rápida o Fast Version. Había una única cosecha al año y más te valía hacer bien los cálculos y no tener problemas o no llegabas a la siguiente.
Nosotros recomendamos empezar un poco más tarde y usar para la primera cosecha semillas auto. A principios de marzo, si el tiempo acompaña es un buen momento para germinar tus semillas y empezar con la primera cosecha del año. Las autoflorecientes te permitirán tener marihuana a mediados de primavera, mientras empiezas y esperas las siguientes recogidas.
¿Cuántas cosechas puedo sacar en el año?
Una vez finalizada la primera cosecha de autos puedes hacer una segunda cosecha de semillas autoflorecientes y empezar el cultivo de feminizadas. Nosotros recomendamos hacer lo siguiente:
- Has recogido las primeras autoflorecientes. Si has empezado a principio de marzo estarás sobre la primera semana de mayo, en función de la variedad que eligieras. Si quieres puedes iniciar otra ronda de autos.
- Elige una variedad Fast Version. La recogerás bastante antes que las feminizadas normales. Ya puedes germinar y plantar a la vez que las autoflorecientes de la segunda ronda.
- Elige variedades índicas. Éstas las recogerás a finales de septiembre o inicios de octubre. Recomendamos germinarlas entre finales de mayo y mediados de junio. No te preocupes, no es tarde. Tendrás ejemplares de altura media, pero te van a dar una muy buena producción.
- Si quieres hacer una cuarta recogida, elige genéticas sativas y empieza el proceso a la vez que las índicas. Las variedades sativas se recogerán aproximadamente un mes más tarde que las índicas, sobre finales de octubre. Algunas sativas pueden acabar antes, dependiendo de la cepa escogida.
¿Entonces no puedo plantar feminizadas antes de mayo?
Esto anterior es una recomendación para que puedas tener varias cosechas al año de marihuana acabada de cortar y sin que te tengas que pegar la paliza de la cosecha recogiendo todo a la vez. Pero como hemos dicho antes, puedes plantar semillas fotodependientes desde febrero, consiguiendo plantas más grandes y más productivas. Todo depende de como decidas plantear la campaña de cultivo de exterior.
Qué variedades elegir
Todas las cepas de marihuana pasan por un periodo de selección y prueba, por lo que puedes estar seguro de que dan buenos resultados. Aún así tenemos nuestras favoritas:
- En semillas autoflorecientes tenemos la Deimos o la Magnum de Buddha Seeds, ejemplares enormes, aunque de floración un poco más larga que la media. También Auto Nemo y Auto Oxus de Exclusive Seeds Bank o la Cream Caramel de Sweet Seeds. Cualquiera de ellas es una buena elección.
- En semillas Fast Version nuestra favorita es sin duda la Cream Mandarine F1 de Sweet Seeds. Una planta muy aromática y productiva que recolectarás a mediados de septiembre
- En índicas tenemos el clásico Skunk#1 de Sensi Seeds o bien genéticas más modernas, como Kush Exclusive de Exclusive Seeds o la Green Poisson de Sweet Seeds.
- En sativas tenemos una clara favorita: la Arjan's Ultra Haze #2 de Green House. Todo un clásico de floración larga y potente efecto eufórico que satisface a los paladares más exigentes.