- -15%
- -10%
No hay ninguna duda de que si lo que estás buscando es una hierba para relajarte has llegado a buen puerto: la Txees Bilbo del banco vasco de semillas Genehtik nos ofrece, con esta variedad, una semilla fácil de cultivar, muy productiva, con aroma y sabor a queso y de efectos índicos de otro mundo.
Esta semilla es producto del cruce de diferentes cepas de Skunk y de marihuanas afganas todas ellas índicas, con un alto grado de THC, superior al 20% y un notable nivel de CBD que puede superar el 1% por lo que está claro que su principal propiedad, en cuanto a los efectos que produce, es la de inducirnos a un estado de paz interior y descanso corporal que merece la calificación de medicinal. Su sabor y aroma a queso le da una personalidad propia, la de la familia "Cheese" que tanto agrada a los usuarios más experimentados.
Las plantas que forma esta semilla tienen la envergadura típica de las hierbas índicas, es decir, de talla media, muy ramificada, de hojas anchas y con aspecto a arbusto lo que nos permite aprovechar bien el espacio de cultivo. Con una altura que variará, según los ejemplares, entre 80 y 160 centímetros y un periodo corto de desarrollo, estará lista para cosechar en unos 50-55 días de floración. El trabajo de selección genética llevado a cabo por Genehtik da como resultado una planta muy fácil de cultivar, que no tiene que darnos ningún problema, sobre todo si iniciamos el cultivo utilizando un sustrato de calidad y vamos ofreciéndole los fertilizantes que vaya requiriendo. Además hemos de asegurarle un riego adecuado debido a que esta marihuana prospera notablemente en climas húmedos y lluviosos. Para cualquier duda, así como para recibir asesoramiento con el fin de conseguir una buena cosecha, nuestro personal especializado os atenderá con mucho gusto. Con total certeza, si no se producen imprevistos en el cultivo, obtendremos una producción que puede ir de los 450 a los 500 gramos por metro cuadrado.
En exterior esta semilla produce plantas que pueden alcanzar una altura de hasta 2 metros y con las mismas características que en interior, es decir, queda patente el predominio de su herencia índica por su aspecto y envergadura. Mantiene también sus propiedades de vigorosidad y resistencia que podemos potenciar aportándole fertilizantes según cada fase del cultivo, de crecimiento o floración. La cosecha ya está a punto, en el hemisferio Norte, a mediados de septiembre aunque si podemos alargar el periodo de floración hasta mediados de octubre conseguimos una mayor calidad de resina. Hemos de vigilar que no se produzcan episodios de hongos u otras plagas que, si los detectamos a tiempo, solucionaremos el contratiempo aplicando los productos específicos de los que disponemos. Llegado el momento de cosechar nos haremos con una producción que oscilará entre los 1000 y los 1500 gramos por planta, un espectacular resultado si consideramos la elevada calidad de los cogollos obtenidos.
Tanto el aroma como el sabor de esta marihuana son intensos y profundos con la marcada característica de recordarnos al queso y por lo que se refiere a sus efectos psicoactivos son de absoluta relajación, efecto índico clásico produciéndonos a la vez calma interna y descanso corporal sumado a la capacidad para aliviarnos pequeños dolores musculares, frenar la ansiedad, despejar la mente y también abrirnos el apetito; por ello esta es una variedad apreciada por sus valores medicinales y de la que recomendamos su uso mediante vaporizadores.
También podría interesarle