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Afghan Pearl CBD Autofloreciente combina un 60 % índica y 40 % sativa. Ofrece relajación corporal y efectos eufóricos suaves, con aromas dulces y afrutados.
Las semillas Afghan Pearl CBD Autofloreciente destacan por su excelente equilibrio genético: un 60 % índica y un 40 % sativa. Esta variedad proporciona una experiencia relajante para el cuerpo y la mente, con efectos eufóricos suaves gracias a la influencia de la premiada Jamaican Pearl. Además, su aroma dulce y afrutado convierte su cultivo en una delicia para los sentidos.
La Afghan Pearl CBD combina la potencia de una planta Hindu Kush CBD y la carácter tropical de la Jamaican Pearl. El resultado es una relación de THC a CBD de 1:1 a 2:1, lo que la hace ideal para quienes buscan relajación con un toque de euforia.
Para obtener los mejores resultados, cultívalas en climas templados o continentales. Se recomienda prestar especial atención al control de la humedad durante la floración y utilizar macetas de tela para mejorar la oxigenación de las raíces si no se plantan directamente en tierra. Durante el crecimiento vegetativo se desarrolla con mucho vigor, con una estructura robusta y compacta llegando a alcanzar una altura de hasta 100cm, y desarrolla un montón de cogollos compactos y resinosos durante la fase de floración.
Cultivo en interior: Las plantas tienen un periodo de floración relativamente corto, de entre 70 y 75 días. Con la debida atención y condiciones óptimas, pueden producir rendimientos de hasta 400 g/m². Gracias a su naturaleza autofloreciente y feminizada, son perfectas para cultivadores principiantes y expertos.
Cultivo en exterior: Se adaptan mejor a climas templados o continentales, aunque también pueden crecer en interiores durante todo el año. Los cultivadores más avanzados pueden maximizar los rendimientos utilizando técnicas como SOG (Mar verde) o Lollipopping.
Afghan Pearl CBD desprende un aroma afrutado y dulce, con toques de cítricos y especias. Durante la floración, su perfume se intensifica, alcanzando su máximo justo antes de la cosecha. Al fumarla, el sabor combina notas terrosas, tropicales y un retrogusto a madera que procede de la madre Hindu Kush CBD.
El equilibrio entre THC y CBD ofrece una experiencia relajante y placentera. Los primeros efectos son de una euforia suave, seguidos de una relajación profunda en todo el cuerpo. Gracias a la influencia de la Jamaican Pearl, los usuarios disfrutan de una sensación de felicidad y calma.
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